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jueves, 14 de noviembre de 2019

Mi pequeño balance...

Con mi última novela, esta que empiezo a lanzar ahora, son ya cinco, los libros que tengo publicados y creo que con ellos puedo hacer balance y sacar unas breves pinceladas, de esta aventura, que es la de escribir. Cada vez que me comunico contigo, que me lees, ahora mismo, en este instante, con estas letras como tantas veces digo, vacío mi interior, vacío la mochila que se carga del día a día. Cuando escribo, cuando cada personaje toma vida, desde luego en él, en ella, van inmersos cantidad de detalles, anécdotas, desesperanzas y momentos de nuestro mundo.
El día a día de un autor, incluso en la ficción, deja de ser un número como tan acostumbrados estamos a ser en nuestra sociedad, meros números desde que nacemos; para llenarse de vida y desbordar de letras, de páginas, de secuencias, lo que sacan sus dedos, a través de las teclas del ordenador o de la pluma en el papel.
Los ratos en los que me siento al teclado con el ordenador como escritora, son ratos de paz, de tranquilidad, en los que mi mente es embaucada por la musa de la escritura. Las ideas me atrapan y los personajes empiezan a cobrar vida. Tal es así, que cuando empiezo a escribir, parece que me dieran cuerda, no puedo parar. Y cuando termino un libro y lo dejo reposar un tiempo, he de volver a leerlo de nuevo, porque no recuerdo lo que he escrito, me parece que no lo hubiera escrito yo.
Ahora después de 4 largos años escribiendo, descubriendo esta aventura que nació, así casi sin querer y porque mi buena amiga y escritora Ana, me lanzó a ello, por estar como tantas veces digo, en el momento exacto, ese día… Doy gracias por tanto como me ha ayudado la escritura y también te doy las gracias a ti lector o lectora que me sigues, que me lees.
Intento transmitirte a través de mis letras estas tan diferentes historias y aventuras. Mostrarte en ellas, a nuestro mundo enfermo que llora, que justifica su locura y su mal hacer las cosas, porque parece ir a la deriva, sin rumbo. Un mundo cargado de tecnología, de avances y de nuevas realidades, pero al que le falta lo más importante, los valores, la humanidad y que está retrocediendo en algunos aspectos a pasos agigantados.
Mi mundo utópico, en el que yo creo y que tantas veces imagino y recreo con mis personajes, es ese mundo, en el que las personas dejan de ser números, para convertirse en rostros conocidos; en el que la falta de valores humanos, se convierten en una gran cesta de querer hacer las cosas, de cambiar, de transformar, de ser diferentes,… pero empezando por cada uno.
Un mundo distinto, diverso, pero real y aunque a veces ficticio, a través de esa ficción es desde la cual, salen mis reflexiones más profundas; primero para mí, porque me las hago en primera persona y después para ti que estás ahí y sigues en esta gran aventura, que espero siga a mi lado y con la que te pueda seguir acompañando… muchos libros más.
Ojalá la escritura siga siendo en mi vida: “Ese gran don para compartir”. 
©Olga Hernández González

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