Ahora en este momento un poquito más tranquilo, porque necesitaba reposar de la actividad, pero no por ello, dejar a un lado lo que ha sido toda ella, hay que valorar, pensar, meditar y seguir en el camino. El reto de un emprendedor no consiste en conseguir las cosas a la primera, sino en tener empeño y paciencia y tarde o temprano, en nuestro caso, más tarde de lo que tendría que haber sido, conseguiremos ponernos en marcha.
Es momento no de dar pasos de gigante para seguir, sino de reposar y repensar. El crowdfunding nos ha ayudado a difundir el proyecto, a que la gente conozca La Casuca, las redes sociales,... pero también a aprender con la inexperiencia, que no con el fracaso, porque como ya os he comentado más veces, no lo he vivido como fracaso, sino como aprendizaje.
Es momento de seguir adelante con las orejas abiertas, parece que se empiezan a oír nuevas cosas y nos vamos enganchando a las sinergias que otras personas y otras realidades sociales nos van planteando. Al final, nuestro mundo no lo vamos a arreglar cada uno en solitario, hemos de trabajar juntos, compartir e intentar hacer otro mundo porque es posible y para ello, cada uno, hemos de aportar nuestro granito de arena. Entre todos se puede, sólo hemos de empeñarnos un poco más y seguir intentándolo.
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