Me niego a creer en ese mundo, el mío es otro y en él no entran esas personas cuyo corazón está cargado de odio y como bandera llevan el dolor. Mi mundo es el que tiene nenúfares y peces en sus aguas y en el que se respira amor. Algún que otro encontronazo también hay en él, por qué no, porque nadie somos perfectos y también heridas que nos llenan el corazón de pequeños arañazos "de guerra", por supuesto. Pero mi mundo es el que intenta cambiar y se pone en el lugar de los heridos, de los familiares y de las personas que han vivido todo ésto en directo y que ahora tendrán que hacer muchos esfuerzos para perdonar. Mi mundo es el que sufre ante la barbarie, como si a él mismo le tocara, por ponerme en el lugar de todos esos que están sufriendo, los que mueren por atentados terroristas, los que tienen que salir de sus países y no les dejan pasar las fronteras, tantas y tantas personas que sufren los horrores humanos. Mi
mundo es el que cree que las cosas se solucionan hablando, negociando y
actuando, no matando o dejando morir a los demás. Mi mundo es otro y yo empiezo por poner mi
pequeña semilla en este mi otro mundo. Lo siento de corazón pero por favor... ¡Basta ya!
martes, 22 de marzo de 2016
¡Basta ya de barbarie! Este no es mi mundo
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