Es triste ver cómo las personas nos estamos cargando el mundo. Hoy me sentía fatal, pero a la vez daba muchas gracias porque mi hija estaba ya en casa. Ayer también había estado en el aeropuerto, ayer también había viajado en avión desde el extranjero y por qué no, ayer también les podía haber tocado a ellos. Hoy podría ser una madre herida, llena seguro que de rabia y de dolor, como lo estarán siendo madres y padres, familiares y amigos de todas esas víctimas en Bruselas. Es muy fuerte cómo las personas estén llegando a amasacrar a las personas. Estamos creando un mundo en que parecemos alimañas. Buscan matar a cuantas más personas mejor. Es injusto y me niego a que digan que el injusto es dios, no por favor, los que nos estamos cargando el mundo somos las personas, algunas de las cuales, han asumido el papel de dioses y entre ellos quieren gobernar el mundo. Un mundo que como siga como va, va encaminado a la masacre y el dolor.
Me niego a creer en ese mundo, el mío es otro y en él no entran esas personas cuyo corazón está cargado de odio y como bandera llevan el dolor. Mi mundo es el que tiene nenúfares y peces en sus aguas y en el que se respira amor. Algún que otro encontronazo también hay en él, por qué no, porque nadie somos perfectos y también heridas que nos llenan el corazón de pequeños arañazos "de guerra", por supuesto. Pero mi mundo es el que intenta cambiar y se pone en el lugar de los heridos, de los familiares y de las personas que han vivido todo ésto en directo y que ahora tendrán que hacer muchos esfuerzos para perdonar. Mi mundo es el que sufre ante la barbarie, como si a él mismo le tocara, por ponerme en el lugar de todos esos que están sufriendo, los que mueren por atentados terroristas, los que tienen que salir de sus países y no les dejan pasar las fronteras, tantas y tantas personas que sufren los horrores humanos. Mi
mundo es el que cree que las cosas se solucionan hablando, negociando y
actuando, no matando o dejando morir a los demás. Mi mundo es otro y yo empiezo por poner mi
pequeña semilla en este mi otro mundo. Lo siento de corazón pero por favor... ¡Basta ya!
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