¡¡¡¡Que no nos resignemos a ser números!!!!

Los números y las cifras, son los datos que más preocupan a algunos, pero a otros nos importan y mucho las personas y su situación. Y hago esta reflexión desde las experiencias vividas como emprendedores, todo son plazos, tiempos, dinero,... Pero y las personas, sus situaciones, sus valores, su sensibilidad y sus ganas de seguir adelante con su vida,... Recibíamos hoy una importante llamada, a la que contábamos nuestra vivencia sobre nuestro proyecto de emprendimiento, llamada que se refería a las cifras, no importaba nada más. Nuestro proyecto se queda en los números, no en lo que tu vida aporte o pueda aportar a la sociedad, porque depende de un banco, depende de que alguien te ayude con un dinero que no tienes ahora mismo en la mano, sino invertido. Estamos en una sociedad en la que la crisis lo está impregnadno todo, todo, todo. La persona ya no es nada, es un simple número. No importa su dignidad, ni sus valores, ni el cómo se siente o cómo vive o como está. Todo parece dar igual, tenemos que vivir resignados porque esto es por la crisis...

La crisis nos está obligando a quedarnos quietos, a aceptar que las cosas no pueden cambiar, son así porque son así, no nos podemos preguntar nada más. Pero ¿dónde están los valores?. ¿Dónde están las ilusiones, las apuestas, las ganas de seguir adelante,...? A algunos se nos tachará de "soñadores", y a otros de "resignados". Pero ni somos soñadores sin más, ni resignados sin más. Somos personas que tenemos muy claro lo que queremos y lo que hacemos. Luchar porque no nos impongan un modelo de sociedad en el que las personas seamos simplemente máquinas, que nos enchufan y nos dan a un botón para producir. Las personas somos algo más que una simple máquina, podemos  pensar, crear, amar, sentir, decir si esto es así o puede ser de otra manera, podemos salir adelante a pesar de que todas las puertas se nos cierren, porque somos capaces de intentar una y otra vez levantarnos del suelo aunque nos pongan la zancadilla una y mil veces. Permitanme que les repita que las personas no somos simples números o datos, somos dignidad, sensibilidad y amor y muchas veces, a pesar de todo, tenemos una gran sonrisa en la cara.