¿Por qué decidirse a dejar la ciudad para vivir en un pueblo rural? Esta es una de las primeras preguntas que muchas personas nos han hecho y nos seguirán haciendo. Nuestra respuesta es: "Encontrar un lugar en el que vivir mejor, siendo más felices". Cada uno estamos preparados para que nos gusten unos determinados espacios y ser felices de una u otra forma, porque siempre hemos escuchado que lo normal es ésto o lo otro, pero ¿qué pasa cuándo descubres que la ciudad también desencanta, que lo que todos los demás hacen y es "lo normal" no es para ti? Pues una de dos, o sigues en tu rutina habitual o decides cambiarla. Y este sería nuestro decálogo, las diez mejores razones por las que nosotros hemos cambiado la ciudad por el entorno rural:
1. El aire es más limpio (a veces huele a abono) y estás roedado de naturaleza. La tienes ahí, al alcance de tu vista. El cielo se llena de estrellas por la noche y la luna brilla con todo su esplendor (lo ves sin necesidad de alejarte) sólo tienes que asomarte a la ventana.
1. El aire es más limpio (a veces huele a abono) y estás roedado de naturaleza. La tienes ahí, al alcance de tu vista. El cielo se llena de estrellas por la noche y la luna brilla con todo su esplendor (lo ves sin necesidad de alejarte) sólo tienes que asomarte a la ventana.
2. Queremos vivir y trabajar en un mismo lugar educando así a nuestros hijos en otro tipo de valores.
3. Todo está a 10 minutos. Tienes que planificar mejor las compras para tener todo a punto, si quieres hacer una tarta por ejemplo. Y vivimos también con bastante menos.
4. Los vecinos nos ayudamos mucho entre nosotros y estamos más pendientes los unos de los otros y truequeamos juntos, a una vecina le doy el pan duro que nos sobra y ella me da patatas, otra me trae una docena de huevos y yo le doy unos jabones naturales.
5. Pasamos de la katiuska, al zapato de tacón en un momentito. Somos capaces de estar elegantes, pero también trabajar la huerta.
6. Los niños salen con mayor tranquilidad a la calle y se mezclan más las edades. Los mayores cuidan de los pequeños como si de una gran familia se tratara.
7. Tenemos otra calidad de vida y nuestras prisas se relajan.
8. Cultivamos y trabajamos nuestra huerta ecológica y todo lo que cultivamos sabe de otra forma y cuando la cosecha es buena, tenemos que repartir o aprendemos a hacer conservas. Aprendemos también a recoger y recolectar, las moras para mermeladas, plantas naturales para hacer los oleatos para los jabones,...
9. Aquí nos vale prácticamente todo, reciclamos y reutilizamos, lo que está en peor estado, procuramos restaurarlo y si no sabemos hacerlo, siempre hay alguien que te dará un buen consejo para ello.
10. Y el trabajo artesanal, lo que hacemos con nuestras manos, nuestros jabones, manualidades, o restaurar los muebles. Todo se hace con muchas ganas, con mucho cariño, cada uno único, distinto y especial.
Esta es nuestra vida, única e irrepetible, lo sabemos y hemos aprendido que de lo urbano a lo rural, sólo hay un paso más allá. ¡¡¡Gracias por tener esta oportunidad!!!
http://www.lanzanos.com/ proyectos/la-casuca-del-pinal/
9. Aquí nos vale prácticamente todo, reciclamos y reutilizamos, lo que está en peor estado, procuramos restaurarlo y si no sabemos hacerlo, siempre hay alguien que te dará un buen consejo para ello.
10. Y el trabajo artesanal, lo que hacemos con nuestras manos, nuestros jabones, manualidades, o restaurar los muebles. Todo se hace con muchas ganas, con mucho cariño, cada uno único, distinto y especial.
Esta es nuestra vida, única e irrepetible, lo sabemos y hemos aprendido que de lo urbano a lo rural, sólo hay un paso más allá. ¡¡¡Gracias por tener esta oportunidad!!!
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