lunes, 19 de mayo de 2014
En un instante... todo cambia
Cuando cual coche pasamos la itv de la enfermedad,
la vida nos parce tan efímera, tan fugaz
que las ganas de seguir adelante, parece se nos congelan...
Nuestro mundo se convierte, en un mundo de sombras y penumbras
de muchos momentos de infelicidad.
Y entonces, nuestros ángeles nos recogen, nos ayudan a volar.
Cual cama elástica, nos impulsan a sacar nuestra mejor sonrisa
lo mejor que hay dentro de nosotros
y hacerle frente.
Un camino como lugar de lágrimas, que se convierte en la penumbra de la soledad.
lo cambiamos por alegría, porque somos capaces de avanzar.
Esas contrariedades que aparecen en nuestra travesía
hay que vivirlas sin tanta resignación, sin tanta limitación...
porque de ellas sacamos lo más importante, la esencia de nuestra existencia.
En la vida no sólo aprendemos con lo bueno, también con lo que nos molesta
y nos aprieta, y aunque parece nos ahoga, nos ayuda a profundizar.
No hemos venido a este mundo a sufrir a pesar de lo que nos hayan transmitido.
porque la vida está tan llena de milagros, de dones,
con los que escribir nuestra historia, nuestras memorias aún sin cincelar.
En un instante, sí, nuestra vida puede cambiar...
Pero hoy es único y mañana todavía más, porque es continuación del hoy.
No quiero esperar a ser feliz mañana,
cuando envejezca, cuando me haga mayor.
Quiero disfrutar cada momento, cada minuto por fugaz que sea,
quiero sentir que este instante, el de ahora,
depende de cómo lo vivamos, quedará en nuestro recuerdo
para mal o para bien, para mañana o para ayer.
Autora: Olga Hernández
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