Los últimos días están siendo grandes para La Casuca Del Piñal.
El domingo, un amigo nos ayudaba a mover la tierra, las raíces, a
profundizar, a hondar en nuestro terreno para ir poco a poco viendo algo
más. Hoy junto a Javi y Ana, hemos estado moviendo vigas... ¡Duros
trabajos!, pero todo ésto no hubiera sido posible, si las cosas hubieran
ido hacia adelante dos años atrás. Hoy, puedo dar las gracias, porque
La Casuca del Piñal, poco a poco se va convirtiendo en ese lugar que
todos queremos que sea... Lentamente, como tenía que ser... Hubiera
perdido ESENCIAS. Gracias también a mi intercesor, que sé me ve, desde
donde está y que por él he conseguido otra cosa importante, escribir
MIRANDO A LA MONTAÑA...
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