Oh mi casa que alumbra el horizonte...

Desde aquí, desde el otro lado del muro, te veo y te descubro, por fin, más limpia y pura,
la luz te atraviesa tapia fría y dura que parecía inquebrantable.

Mi corazón rebosa paz y como cuando estás enamorada,

el estómago se me llena de mariposas que rebolotean y me hacen acercarme a ti cada vez con más intensidad,

para ponerte guapa y llevarte flores, para engalanarte.

¡Oh mi casa! sagrada y limpia con la que tantas lágrimas llevo echadas.

Te veo ahora tan llena de luz, que quiero que brilles hacia fuera también.

Purifícate, llénate de paz y armonía y con ese ramo que hoy sobre la piedra he posado, quiero demostrarte que voy a seguir peleando por ti, porque tú serás mi hogar, mi altar, mi eterno tesoro.

Quiero que el mundo te conozca, hable de ti y te descubra

y aunque quizá nunca nadie te vaya a querer tanto como lo hago yo,

quiero decir alto que soy feliz, que te quiero y te amo.

Necesitaba darte lo que querías,

pero el tiempo y las circunstancias no me dejaban.

Ahora ya puedo, ya me he preparado, estoy en plena forma de nuevo

y mi corazón rebosa de amor, de energía y serenidad.

Voy a trabajar duro y con mis propias manos, te levantaré,

te acicalaré, te maquillaré y dentro de ti mi hogar construiré.

Desde hoy, desde este preciso instante te prometo, que ya no te voy a dejar

y te llenaré de flores, te pondré limpia y radiante cual ruiseñor cantando.

Oh mi casa que alumbra el horizonte, mirada triste que en alegría se ha tornado

hemos nacido en diferentes épocas, pero la vida nos ha hecho encontrarnos.

Tú serás nuestro hogar, fuerte como un árbol, que brotes de vida nueva lleva

y cada mañana al levantarme y mirar por mi ventana

descubriré ese horizonte lejano y cercano que sólo belleza nos regala.

Quiero darte lo que te mereces y que por fin tendrás,

tranquilidad y reposo, serenidad y calma,

ya sin nostalgias, porque los tiempos pasaron y hemos podido levantarnos

y hasta aquí hemos llegado, ahora tenemos que seguir,

porque hemos de continuar la vida que entre risas y armonía se levanta.

Autora: Olga Hernández
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